4.01.2009

¿HACIA DONDE VA EL EMPLEO? Algunas reflexiones sobre los cambios actuales

Jornadas Derecho del Trabajo del siglo XXI en Palma de Mallorca.
Ramon Alós

El empleo y el mercado de trabajo se hallan sujetos a importantes cambios y tensiones, muy en particular desde las últimas décadas del siglo pasado, por supuesto mucho antes de la crisis financiera y económica actual.

Desde diversos ámbitos académicos y políticos se insiste en presentar el conjunto de estos cambios como naturales o resultados inevitables de la historia. Con ello se descarta la intervención humana como causante de dichos procesos. En definitiva, desde estas perspectivas se nos remite a la mano invisible de Adam Smith, tan querida por la doctrina neoliberal en sus diversas versiones. Frente a estas perspectivas que mistifican el mercado, como sociólogo voy a poner énfasis en que, como ya puso de manifiesto Chandler, unas manos visibles mueven los hilos de los cambios que observamos en el empleo y el mercado de trabajo.

En mi presentación voy a recordar, primero, qué tipo de cambios fundamentales se dan en el empleo y en el mercado de trabajo; con ello me referiré a las voluntades humanas que están detrás de dichos cambios; a continuación, resaltaré las que a mi entender son las principales consecuencias sociales que se derivan de ese conjunto de cambios. Entiendo que sólo tras considerar estos aspectos es posible plantear intervenciones correctoras, de lo que a modo de conclusión apuntaré unas muy breves anotaciones.
¿Qué cambios observamos en el empleo o en el trabajo?

Ante todo quisiera introducir una muy breve reflexión terminológica. Trabajo es un término polisémico. Con él nos podemos referir exclusivamente a la actividad que se realiza por cuenta ajena; también a cualquier actividad realizada por cuenta ajena o por cuenta propia a cambio de una retribución, beneficio o ganancia familiar; y en fin, a la actividad humana en cualquiera de sus formas dirigida a producir bienes o servicios para la subsistencia. Si la primera opción nos limita al trabajo asalariado, la segunda añade a la primera la actividad de empresarios y autónomos, mientras la última opción, sin duda conceptualmente la más amplía, abarca también al trabajo doméstico y reproductivo, no mercantilizado. En esta presentación me remitiré básicamente a la primera acepción del término trabajo, posiblemente una de las socialmente más convencionales y en todo caso objeto principal de estas jornadas, y no olvidemos, del derecho del trabajo. Dicho sea de paso, algunos sociólogos preferimos llamar empleo a la segunda acepción del término trabajo y empleo asalariado a la primera, términos que también utilizaré en esta ponencia. En todo caso entiendo que la aclaración es pertinente para saber a qué trabajo nos estamos refiriendo.

Este texto continúa en
Ponències Comunicacions

No hay comentarios: